AMIGOS CON BENEFICIOS: TABÚES, CONFUSIONES Y ACLARACIONES

Considero que hay muchas confusiones acerca de tener amigos con beneficios y no sólo eso, sino que las personas que tienen este tipo de relaciones son tachadas de frías o convenencieras. Existen tabúes o simplemente dudas sobre qué es, cómo se lleva a cabo o cuánto dura. También existe la idea, casi generalizada, de que todos terminan en pareja feliz, lo cual es totalmente falso. Hay muchos mitos acerca de este tipo de relaciones y aquí trataré de difuminarlos.

Un amigo o amiga con beneficios es aquella persona con la que sólo tienes relaciones sexuales. ¡Así de simple! Recibe diferentes nombres: amigos con beneficios, amigos con derechos, amigovios, o follamigos –en España–. Antes de continuar quisiera aclarar que esto está bien tanto para hombres como para mujeres, no es un tipo de relación apta para machistas o sexistas. No es una actividad para nada denigrante, pues darle placer al cuerpo no es malo. Además, las personas que deciden iniciar algo así son personas muy decisivas, firmes y con un gran control de ellos mismos, algo totalmente respetable y admirable.

Este tipo de relaciones no son para cualquiera

Te explicaré por qué este tipo de relaciones no son para cualquiera. Lo más importante en una amistad con beneficios es saber controlar tus sentimientos para evitar enamorarte o sentir celos, porque estos sentimientos comprometedores son precisamente los indeseados. No debes iniciar algo así por despecho, ni tampoco cuando te come la desesperación por tener una pareja formal. Tener una amistad con beneficios es para personas con alta autoestima, seguridad, y que estén 100% convencidos de que no quieren tener un noviazgo. Para asegurar que estás emocionalmente estable y preparad@ para algo así podrías enlistar las razones por las que no quieres tener algo serio y asegurarte que de verdad es así.

Si decides que esto es para ti, te recomiendo que lo hagas con uno de esos amigos superfluos o no cercanos, porque si no sabes controlar tus sentimientos –o es aquella persona quien no sabe– la historia, evidentemente, terminará en tragedia. Te recomiendo que escojas a alguien que físicamente te guste pero cuya personalidad no sea tan compatible con la tuya. Si es una amistad superflua desde el principio, no tendrás que tratar con él o ella con tanta frecuencia después de ser amigovios, y evitarás la incómoda convivencia post beneficios.
Cuando encuentres a la persona indicada y tú te sientas preparad@, deben acordar las reglas. ¡Es lo más importante! La norma intrínseca es que no habrá sentimientos de por medio, pero además deben definir cuántas veces se verán a la semana y de qué naturaleza serán los encuentros. Muchos creen que sólo se ven en el hotel y ya, pero hay quienes prefieren ir a un bar antes o algún otro lugar sin que esto signifique violar la regla principal, para eso debes tener un gran control de ti mism@ y un serio respeto por las reglas.



También deben definir el tema de la exclusividad, más que nada por higiene sexual que por cuestiones de fidelidad o celos. ¡Pero SIEMPRE, SIEMPRE, DE LOS SIEMPRES, SIEMPRES, USA CONDÓN! A estas alturas del siglo pareciera ser que lo de menos es embarazarte, contraer una enfermedad de transmisión sexual es un problema más grande. Nunca creas que este tipo de cosas nunca te pasarán a ti, NO ERES INMUNE.


Con respecto al tiempo, en realidad no existe un dato fijo de cuánto duran este tipo de relaciones, pero no suelen durar tanto pues mientras más tiempo pasa, aumenta el riesgo de que los sentimientos empiecen a surgir. Por lo mismo depende de qué tan emocionales son los involucrados, pero eso sí, tarde o temprano debe de terminar y será mejor que sea por las buenas a que los celos, los sentimientos y otras gansadas acaben a la mala con la diversión. No hay estadísticas que indiquen cuál es la duración promedio, pero yo pienso que no debería durar más de 6 u 8 meses.

Probabilidad de ser exitoso

Según la revista Quo, sólo alrededor del 10% al 20% de los amigovios se convierten en relaciones formales, pero mientras eran amigos con beneficios, el temor más destacado de todos ellos era que el otro pudiera querer más. Se piensa que casi siempre son las mujeres las primeras en encariñarse y, por lo tanto, las que salen más heridas de esta clase de relaciones, pero esto no es una regla. Son precisamente los sentimientos los que acaban con una amistad con derechos, ya sea hacia el o la follamig@, o hacia un tercero, lo cual orilla al enamorado a dejar la amistad con beneficios por buscar un noviazgo con otra persona, algo totalmente común y válido.

Otras razones suelen derivarse por el natural paso del tiempo: la rutina, la emoción del momento se apaga, y el sexo ya no es tan placentero como al principio. Lo mejor es hacer una evaluación constante de uno mismo y de la amistad y valorar el momento idóneo de terminar por las buenas. Debes conocer tus límites y los de la otra persona. Pero eso sí, si es el otro quien se enamora no es tu culpa. En realidad es una práctica muy benéfica pues se basa en la comunicación, en el respeto por las reglas, en el común acuerdo y en la sinceridad, elementos que suelen fallar en las relaciones románticas. De esta manera se evitan corazones rotos y se le da gusto al cuerpo.

Son relaciones pasajeras por supuesto, ideal para personas que quieren tomarse un break sentimental sin olvidar la necesidad de tener sexo –sí, según la pirámide de Maslow es una necesidad–. Pero si elementos tan positivos, ya mencionados, son necesarios para iniciar y terminar bien una relación así, ¿no será necesario pasar por una amistad con beneficios antes de tener un noviazgo?